Los cierres de la contabilidad. ¿Cómo los afrontas? ¿Cómo se siente tu equipo cuando le toca?
Este asunto genera mucho estrés en las empresas, y con razón. Se dedican incontables horas y muchísimo esfuerzo para que todo salga bien.
De hecho, algunas empresas pueden tardar hasta 10 días para los cierres trimestrales.
Como veremos, el mayor problema tiene que ver con los procesos de las mismas empresas. Lo cierto es que hay otras maneras de afrontar los cierres contables, pero la mayoría de los negocios se aferran a lo que ya conocen.
En este artículo te mostramos cómo lograr un cierre financiero mucho más manejable y, sobre todo, más rápido.
¿Qué es el cierre contable?
El cierre contable es el acto de cerrar los libros de contabilidad, es decir, registrar cada transacción como un asiento en el libro diario y, a continuación, revisar todas esas transacciones para asegurarse de que están aprobadas y son las correctas.
Incluye revisar la importante cuenta de ingresos. Un administrativo contable examina todas las cuentas con ingresos y beneficios y transfiere el saldo a la cuenta de ingresos. Lo mismo hace con las cuentas de gastos y pérdidas.
El objetivo es empezar cada nuevo periodo contable con los saldos de las cuentas temporales a cero. El saldo se traslada a las cuentas permanentes, y así se empieza cada trimestre nuevo.
El cierre contable suele ser al final de cada mes, pero también hay que hacerlo al final del trimestre y de cada ejercicio (año).
Para muchos, los cierres contables son momentos estresantes y largos. Se preguntan: “¿Será posible hacerlo más rápido?”. Qué pena que algo tan importante (y que todos tienen que hacer) se convierta en una tarea pesada.
Por qué los cierres contables se hacen tan pesados
No hace falta entrar en demasiados detalles. Si preguntamos a cualquier contable o controller financiero por qué odia los cierres contables, probablemente nos dará algunas (o todas) las opciones siguientes:
Lo aburrido y monótono que es el proceso manual para introducir datos.
Los interminables errores “tontos” que quitan tiempo a todo el mundo.
La falta de recibos y otros documentos cuando más se necesitan.
Pagos desconocidos (y que hace falta identificar).
Conceptos duplicados que incluso podrían ser fraudulentos.
Preguntas básicas y deducibles que te quitan tiempo.
Estos retos afectan a todo el equipo financiero, pero especialmente a los que están en primera línea. Y aunque uno se prepare muy bien, todos los meses surge algo. ¿Por qué sucede esto? Veámoslo.
Principales problemas de los cierres contables
Hemos identificado cuatro áreas específicas en las que fallan la mayoría de estrategias de cierres financieros.
1. No tener un proceso bien definido
Si tu empresa tiene un proceso documentado de cómo hacer los cierres, estás de suerte.
Según Deloitte, “el proceso de cierre se rige a menudo por la memoria institucional y no por protocolos claros y específicos. Las distintas personas implicadas en el proceso simplemente saben cómo se hacen las cosas, y lo han hecho así durante años”.
Y como veremos en el punto tres de esta lista, este problema no solo aplica al departamento contable. Si cada uno enfoca el cierre a su manera, es normal que se produzcan errores y disminuya la eficiencia.
2. No poder ver datos a tiempo real
Este es un gran problema para los que llevan las finanzas, sobre todo en aquellas empresas que manejan un gran número de informes de gastos. Muchas veces no se sabe cuánto se ha gastado hasta que se realiza el cierre contable. De esta manera, es complicado deshacer los errores ocasionados con anterioridad.
Según Invensis: “Para llevar a cabo este proceso se necesitan los datos de todos los departamentos y conocer cómo funciona la empresa. Así, el proceso se vuelve caótico. Algunos directivos presentan la información a tiempo, pero otros no. Y cuando se hace a tiempo, en ocasiones hay datos erróneos o incompletos”.
Para cerrar las cuentas del mes, los departamentos financieros tienen que buscar la información correcta contactando con las personas adecuadas. Además, hay que recuperar recibos perdidos y otros documentos que pueden ser difíciles de encontrar.
Si esas personas no están disponibles o no entienden lo que se espera de ellas, se puede perder mucho tiempo para conseguir los datos que hacen falta.
3. No disponer de los mismos procesos para toda la empresa
Otro gran problema es no contar con procesos definidos y desconocer el número de personas implicadas en el gasto de la empresa. Cuando los equipos de ventas y marketing, los jefes de producto y todos los demás empleados envían información a contabilidad, cada uno podría hacerlo a su manera.
¿En qué sentido? Pues que algunos tal vez utilicen Slack. Otros pueden que prefieran usar el correo electrónico y otros medios. El problema viene cuando hay quienes utilizan formularios que descargan de internet, en vez de los oficiales.
Como hemos visto, cuando en la empresa no hay procesos intuitivos y fáciles de seguir por todos y se hacen las cosas a criterio de cada uno, solo genera problemas.
4. No tener nada automatizado
Bueno, si al menos tu empresa tuviera procesos automáticos al momento del cierre contable, sería un buen paso. Pero muchos departamentos de contabilidad siguen confiando en los procesos manuales e incluso utilizan libros de contabilidad en papel.
Pero simplemente utilizar cualquier tipo de automatización tampoco es lo mejor. Es muy importante saber utilizarlo correctamente, si no, al hacer el cierre puede dar lugar a muchos problemas y correcciones a mano.
Aquí el problema que podría darse es tener datos erróneos.
Las empresas deben crear procesos homogéneos para todos los departamentos. Y cuanto antes digitalicen dichos procesos, antes se podrá recurrir a la automatización.
Cómo funcionan los sistemas de gestión de gastos para mejorar los cierres contables
Lo puedes llamar “sistema de gestión de gastos” o “centralización de pagos”. Esto consiste en realizar todos los pagos de la empresa a través de alguna plataforma, que ofrecen un montón de ventajas:
Una única fuente donde se detallan todos los datos de los gastos de la empresa.
Visibilidad en tiempo real de lo que se gasta.
Un proceso estandarizado utilizado por toda la empresa.
Políticas de gastos integradas, para evitar compras no aprobadas.
Los equipos financieros no tienen que introducir datos.
¿Qué características tienen? Estas plataformas cuentan con varias partes fundamentales:
1. Tarjetas de gastos físicas para pagar en persona
Las tarjetas prepago permiten a las organizaciones repartir “tarjetas de empresa” sin ningún riesgo. Cada tarjeta se personaliza con sus propios límites de gasto, cada pago se controla y las empresas pueden exigir la aprobación de la Dirección antes de gastar.
En el cierre contable, los equipos financieros siempre saben exactamente quién ha gastado, el concepto del gasto, quién lo ha aprobado y pueden alinear los pagos automáticamente con el presupuesto del departamento correspondiente.
2. Tarjetas virtuales para pagos online
La mayoría de las empresas realizan sus pagos online con tarjetas de crédito que cualquiera puede utilizar. El problema de esto es la incertidumbre que genera no saber quién es realmente la persona que genera el gasto.
Sin embargo, las tarjetas virtuales permiten a los empleados solicitar fondos desde cualquier lugar utilizando un simple ordenador. En vez de compartir los datos secretos de una tarjeta de crédito, el empleado puede enviar una solicitud a través de la plataforma, un gestor lo aprueba y el empleado consigue datos únicos de la tarjeta que solo puede usar una o varias veces.
Los beneficios de este sistema son que quienes se encargan de la contabilidad pueden saber qué empleado concreto realiza los pagos, además de poder cancelar o ajustar los pagos si es necesario.
La mejor parte es que los propios empleados suben todos los recibos al sistema. De este modo, se puede evitar la tediosa tarea de buscarlos en la bandeja de entrada del correo electrónico o de iniciar sesión en 30 herramientas diferentes para hacer el cierre contable. ¡Todos los recibos están en un mismo sitio!
3. Informes de gastos automatizados
Hay algo en lo que tanto el departamento contable como el resto del personal pueden estar de acuerdo: los informes de gastos son una pesadilla. ¿Por qué? Porque hay que introducir muchos datos, cambiarlos… y el error más mínimo puede suponer horas extras al cerrar la contabilidad.
Una buena plataforma de gastos te permite digitalizar y automatizar el proceso. Como vimos antes, los datos incorrectos pueden bloquear la automatización y enloquecer a los de contabilidad. Y en cuanto a los gastos, lo mejor para asegurarse de tener bien los datos es reclamarlos en el momento de la compra.
Los empleados no tienen por qué esperar a final de mes para presentar 10 solicitudes de reembolso de gastos a la vez. Pueden simplemente introducir cada compra en la aplicación de su móvil después de pagar. Después hacen una foto del recibo y ya no tienen que preocuparse de nada más.
Nota: Las mejores herramientas de gestión de gastos pueden incluso verificar que el importe del recibo coincide con el importe reclamado, al instante.
Otra gran ventaja para los equipos financieros es que el gasto de la empresa está actualizado en todo momento, sin esperar a la presentación de los informes de gasto.
4. Procesamiento digitalizado de facturas
Las plataformas (o programas) de gestión de gastos también te permiten procesar y pagar facturas de la misma forma que cualquier otro pago. La factura la recibe un trabajador, la registra y solicita su aprobación como si fuera una declaración de gastos o un pago con tarjeta virtual.
El departamento financiero puede comprobar y pagar dicha solicitud con facilidad, pues toda la información que necesita está ahí mismo, en la herramienta. De esta manera, al realizar el cierre contable, solo hay un lugar donde buscar.
5. Exportar datos a herramientas de contabilidad
Lo que hemos visto hasta ahora nos muestra que contar con un buen sistema de gestión de gastos facilita mucho el proceso del cierre contable. Pero sería un problema si luego hay que copiar todos los datos y pasarlos a hojas de cálculo y herramientas contables.
Menos mal que estos programas de los que hemos hablado permiten exportar datos directamente a herramientas de contabilidad. Esto agiliza mucho el trabajo del departamento de contabilidad.
El proceso del cierre contable no debería ser un suplicio
Es triste decirlo, pero demasiados equipos financieros han aceptado que los cierres de la contabilidad son un destino inevitable y de mucho estrés. Pero una vez hecho, hecho está, y hasta el mes que viene.
Pero la tecnología ha avanzado mucho. Lo peor de hacer un cierre de la contabilidad (introducir datos, buscar recibos…) ahora es totalmente innecesario.
Se puede hacer mejor. Y te lo hemos demostrado.
¡No permitamos que los departamentos de marketing y ventas se queden con el mejor software! Recupera el final del mes con una buena herramienta de gestión de gastos, como Spendesk.