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Las herramientas SaaS han mejorado la forma en la que muchas empresas trabajan, y han ayudado a fundadores, ejecutivos y hasta el equipo financiero y el personal de soporte a que sean más productivos. Gracias a Slack, Zapier, Amazon Web Services, Zendesk y muchas otras, lo que antes llevaba tiempo y dinero implementar, ahora se puede hacer fácilmente a través de internet.
Pero la verdad es que a medida que surge la necesidad de nuevas herramientas, puede volverse un caos saber qué contratar, sobre todo mientras crece tu equipo. Cada software tiene un ciclo de pago que hay que gestionar. Y cuando cada SaaS tiene un propietario diferente en la empresa, es casi imposible tener una visibilidad clara de lo que gasta.
Ser capaz de llevar la gestión de las suscripciones se ha convertido en una auténtica pesadilla para los equipos financieros y los fundadores. Entonces, ¿cómo salir de esta delicada situación?
La buena noticia es que es posible, y aquí te mostraremos cómo.
¿Qué son las herramientas SaaS?
SaaS significa “software as a service” (en español podríamos decir “software como servicio” o suscripción). Las empresas pagan por estas soluciones ya creadas, en lugar de desarrollar e instalar sus propias herramientas.
Este modelo de suscripción es popular por lo cómodo que es. Antes, si querías una base de datos muy potente, por ejemplo, tenías que crearla de cero. Eso significaba buscar a un experto en bases de datos y dedicar meses o más a este proyecto. Además, había que invertir tiempo y dinero para mantenerla actualizada y corregir errores. Pero ahora todo eso está integrado en la estructura de precios del SaaS.
En la actualidad, hay innumerables productos de bases de datos que se pueden configurar inmediatamente. Todo funciona excelentemente, y si hay algún fallo, hay un equipo listo para arreglarlo. Y como la mayoría de estos programas están alojados en la nube, no es necesario configurar un servidor dedicado, lo que trae más gastos y complejidad.
¿En qué consiste la gestión de suscripciones?
La gestión de suscripciones SaaS –a veces conocida como “gestión de activos de software”– implica establecer procesos y estructuras para realizar un seguimiento de las suscripciones activas, incluso su uso, sus integraciones con otras herramientas y sus posibles solapamientos. Y, lo que es más importante, sus pagos.
Como hemos visto, ahora hay muchos buenos SaaS disponibles, y normalmente son muy fáciles de contratar. Por eso, las empresas se esfuerzan por tener una idea clara de las herramientas que utilizan, quién las gestiona y por qué las han adquirido.
Pagos de suscripciones SaaS
En este artículo, queremos centrarnos concretamente en el objetivo de realizar un seguimiento de los pagos de SaaS. La razón es que cuando uno pierde la pista de las suscripciones que se ejecutan en segundo plano, los gastos pueden acumularse enseguida.
A menudo, los equipos y gestores financieros ni siquiera se dan cuenta de que hay ciertas suscripciones en curso hasta que llega el periodo de renovación. De repente, tienen que pagar otro mes (o incluso otro año) de un software que ni sabían que existía.
Por lo tanto, si puedes estar al tanto de tus pagos recurrentes –especialmente los que se acercan a las renovaciones– controlarás mejor el dinero de la empresa.
Gestiona los pagos de suscripciones como un profesional
Gestionar correctamente los pagos implica dos elementos clave:
Introducir los datos de la tarjeta y garantizar la continuidad de los pagos.
Realizar un seguimiento de cada pago como parte de la política de gastos de la empresa.
Desarrollemos ambos puntos.
Evita la tarjetas de crédito de la empresa
Estamos convencidos de que utilizar tarjetas de crédito para los pagos de la empresa es una mala idea. Ofrece poca flexibilidad y hay demasiado riesgo de fraude.
Si alguna vez tienes que cancelar la tarjeta, eso afectará a todas las herramientas SaaS que tengas en funcionamiento.
Para las suscripciones a SaaS, lo que realmente necesitas es una tarjeta de crédito virtual. Te permiten introducir los datos de tu empresa en un sitio web, pero no son los datos de la tarjeta de tu empresa; son datos exclusivos.
Este método tiene algunas ventajas reseñables:
No hay tarjeta física que perder ni que alguien tenga que llevarse para los viajes de empresa. Todos los miembros del equipo que necesiten acceso pueden tenerla, estén donde estén.
Puedes tener diferentes tarjetas virtuales para cada pago, de modo que si una tarjeta se ve comprometida (o se queda sin dinero), puedes cancelarla y todos los demás pagos seguirán sin verse afectados. Esto también significa que cada tarjeta virtual puede tener un límite exacto necesario para el pago en cuestión.
Los distintos miembros del equipo pueden tener diferentes niveles de acceso. Así, los directivos pueden disponer de un presupuesto mensual para gastar a su antojo, mientras que un empleado nuevo puede tener que solicitar autorización antes de realizar un pago. Y puede concederse instantáneamente por internet, por lo que sigue siendo mejor que ir a buscar la tarjeta física.
Si tus tarjetas virtuales están integradas con tu sistema de gestión de gastos, también acabarás con el problema de conciliar los pagos a final de mes.
En resumen, las tarjetas virtuales son perfectas para el pago de suscripciones. Pero no todos los proveedores permiten tener varias de estas tarjetas. Si tienes ese problema, piensa en la posibilidad de cambiar de proveedor.
Integra tu gestión de los gastos desde el principio
¿Qué hacer si tienes pagos mensuales de SaaS? ¿Y si se trata de 15 herramientas diferentes? Eso es un caos para cualquier empleado, pero es terrible especialmente para quien se encarga de la contabilidad, pues tendría que hacerlo para toda la empresa.
Pero ya no es necesario. Ya que estamos hablando de SaaS, merece la pena saber que también existen herramientas para gestionar esta parte del proceso. Un software de gestión de gastos en las suscripciones realiza un seguimiento de cada pago para que sepas quién pagó, qué, cuándo y cómo lo hizo. Esto viene muy bien al pagar impuestos y durante una auditoría.
Necesitas un software que integre los métodos de pago. En el caso de las suscripciones SaaS, eso significa una herramienta que te proporcione tarjetas virtuales y realice un seguimiento de cada pago realizado.
Descubre la herramienta que necesitas para la mejor gestión de suscripciones SaaS
Spendesk te permite gestionar y pagar con facilidad todas tus suscripciones. Con un simple clic, un compañero de equipo puede hacer una solicitud de suscripción online en Spendesk, rellenar el nombre del proveedor y pedir una parte del presupuesto mensual.
Esta solicitud requiere la aprobación de un gerente para que sea validada, si deseas que eso sea obligatorio. Una vez que se aprueba, un miembro del equipo puede acceder a una tarjeta virtual de prepago para proceder a la compra.
Se emite una única tarjeta virtual de prepago para cada suscripción, lo que te proporciona un control óptimo sobre los pagos recurrentes.
Y adjuntar facturas es aún más fácil. Una vez que hayas pagado, tu nueva suscripción emitirá una factura por email. Solo tienes que reenviarla al correo electrónico de tu cuenta de Spendesk y nuestra inteligencia artificial la relacionará con el pago.
En pocas palabras, Spendesk facilita la gestión de TODAS tus suscripciones SaaS, y te da más flexibilidad y control de los pagos. Nuestra solución te permite:
Realizar un seguimiento de los pagos recurrentes en tiempo real. Ya no hay sorpresas… ¡tú tienes el control total de tus gastos!
Establece un presupuesto mensual en cada tarjeta prepago en función de tus necesidades de gasto para un proveedor en específico. Así evitamos que una SaaS se quede con dinero que guardabas para otra cosa. Puedes modificar tu presupuesto mensual sin complicaciones.
Pon en espera todas o una de tus suscripciones, directamente desde tu cuenta de Spendesk. Puedes desactivar o reactivar una tarjeta en un clic, muy práctico para asegurarte de que no se te cobrará si ya no quieres.
Colabora con tus compañeros. Sabrás exactamente quién está a cargo de cada herramienta y podrás cambiar el propietario de una SaaS cuando sea necesario.
Haz feliz a tu contable, ya que no perderá facturas ni recibos. También ahorrarás horas de contabilidad, pues Spendesk se integra con tu programa.
¿Aún no estás convencido de dar el paso? Bueno, siempre te quedará el viejo Excel…
¡La pelota ahora está en tu tejado!
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